Carlo Bungalows se siente como un hogar lejos de casa - aunque uno que viene con una gran piscina con vistas al mar, tumbonas de alta calidad, jardines muy bien cuidados y un montón de espacio para relajarse. Hay zonas de comedor interiores y exteriores para desayunar y tomar aperitivos durante todo el día, mientras que el bar de la piscina sirve zumos recién exprimidos y una variedad de deliciosos cócteles. Nuestro pequeño pero acogedor equipo de personal está aquí para ayudarle en todo lo que necesite: desde masajes o clases de yoga, clases de equitación o de submarinismo hasta traslados privados, visitas y excursiones. Después de unos días así, se le perdonará que los confunda con amigos de toda la vida, en lugar de con simples empleados del hotel. Nuestro entorno junto a la piscina también es el escenario perfecto para celebrar su gran día, un aniversario importante, un cumpleaños... o simplemente la vida.